jueves, 4 de diciembre de 2008

París.


No hubo París. La excusa: el dinero, la crisis,... Fueron excusas válidas; la realidad: es que París es una ciudad que, como se ve, amo sin conocer y que, como tal, espero compartir, algun día, con alguien a quien ame, y por ello pronto puede que esté en París.

martes, 30 de septiembre de 2008

París. Mi cumpleaños.


Siempre he imaginado París llena de bruma, bohemia y nostálgica, algo sucia, con sonido de acordeón y algún enamorado saltando de un puente y buscando el fondo del Sena por el que rato antes paseaba algún bote rojo. Camus me reafirmó en esa imagen.

Camus me reafirmó en mi propia imagen y en la forma de ver mi existencia (existencia…que palabra más adecuada para Camus).


Mi existencia era como París, llena de bruma, bohemia, nostalgia, algo sucia, con un enamorado saltando de un puente, pero sin música de acordeón.

Pronto conoceré París. A lo mejor es una ciudad luminosa (espero que cumpla lo de ‘la ciudad de la Luz’), una ciudad moderna, limpia, que suena como un grupo que toca lo último, con enamorados cenando en botes rojos.

Hoy cumplo 34 años. Mi vida ha cambiado. No deja de ser como el París que he imaginado, aunque a lo mejor también tiene algo del París que espero encontrarme.

No tengo nostalgia de mi pasado, pero soy consciente de que mi hoy y mi mañana no serían nada sin él, en lo malo, en lo peor, en lo bueno y, por supuesto, en lo mejor.


Así, de mi vida, espero lo mismo que de París, que no deje de ser lo que imagino ni deje de ser lo que espero.De mi vida no quiero olvidar lo que fui ni quiero perder lo que me queda.


Gracias a todos los que estuvisteis, estáis y estaréis en mi vida.

Foto: El 'Pontneuf' visto por los ojos de Brassai en 1932.

domingo, 28 de septiembre de 2008

'Bien, creo que ensillaré mi caballo e iré a buscar una mujer.


No creo que tarde más de un par de días. No soy exigente. Mientras sea inteligente, guapa y cariñosa. Y amable, y tierna, y refinada, y agradable y despreocupada...'

The Sundance Kid (Robert Redford en '
BUTCH CASSIDY AND THE SUNDANCE KID' (1969)- 'Dos hombres y un destino')... pero podría hablar por mi...


Paul, ojos azules.


Ayer fui a comer a casa de mis padres, mientras echaba un vistazo a una revista, mi padre, que veía la tele, me avisó: Paul Newman había muerto.

Siempre he fardado de, siendo un tío heterosexual, saber reconocer la belleza en otros hombre, pues, la mayoría, tras una careta de hombría machista, no lo hacen. Pero en el caso del señor Newman no conocí hombre alguno que no fuera capaz de reconocer algo que nadie sería capaz de dudar...

Dicen que llegó al cine desde las clases de teatro de su college, pero que llegó por su cara bonita. Lo de la cara bonita nadie puede dudarlo, pues pienso que no ha existido otra cara de hombre más atractiva en el cine. Era tan guapo que no podías dejar de mirar sus ojos, que en el color se descubrieron de un azul por el que mereció la pena cambiar desde el blanco y negro. Te obsesionabas con el desde que aparecía en cuadro hasta que se iba y, aun después, durante largo tiempo, tenías grabado su rostro en tu retina como cuando miras un cuerpo incandescente durante un rato.

Un día se rebeló contra la tiranía de los estudios que tanto daño hizo a algunas jóvenes figuras en una época en la que el cine logró asentarse en nuestras vidas. Dicen que compró su contrato al estudio que lo oprimía aun pagándole cantidades desorbitadas de dólares, con su carta de libertad se fue a buscar un 'método'. Allí, donde el método, conoció a un grupo de nombres y apellidos sin los cuales mi cerebro ya no podría soñar. Ellos, el, llevaron la interpretación, primero en los teatros y después en el cine, a unos niveles que siguen siendo referencia a día de hoy para quien quiera no ser el mismo y ser alguien.

Paul Newman logró ser un actor equiparable a lo que el cine en conjunto debería ser: atractivo hasta hacer daño, genial en su trabajo hasta hacer olvidarte durante unos minutos de quien eres y de lo guapo que él era, y, aunque parezca un tópico, dicen que como persona era mejor si cabe...

Por eso, por ser un actor que gusta por igual a mi madre, a mi padre o a mi.

Billy Wilder decía que 'una buena película era aquella que hacía olvidarte que tenías el coche mal aparcado', pues Paul Newman era el sólo como un a buena película, cuando lo veías en pantalla nada en el mundo era más importante que el.

Paul, nos vemos, nos miramos.

http://es.youtube.com/watch?v=FAWxLlrqxAU&feature=related

Hola.

Al final no me fui, al menos físicamente tan lehos como pretendía...

He vuelto.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Mis amigas.

Cuatro mujeres, envidiables, dándose cariño y caricias a la orilla del mar.

No, no es el comienzo de una película porno. Es la realidad de un grupo de amigas con las que he estado hoy en la playa.

El hecho puede ser un maravilloso homenaje a la amistad femenina y lo es, si bien yo he visto en más de un momento un lamentable monumento a la inutilidad masculina por un lado y a la estupidez femenina por otro por fijarse casi siempre en hombres equivocados, esos inútiles, que deberían estar a su lado, y al de sus amigas, dándoles caricias y cariño…

El mundo está desquiciado. Tanta gente sola o sin toda la compañía que se merece.

A mis amigas.

jueves, 11 de septiembre de 2008


" Lo mas duro de amar no es el amor en si, sino la incertidumbre del amor".

De la película " Deux Anglaises et le continent" (François Truffaut, 1971)

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Un poquito de mucho cine. 8 y 1/2.


Tras numerosas vicisitudes me he refugiado (por enésima vez en mi vida) en el cine.

He visto 'Ocho y medio' de mi amado Fellini. He tenido un orgasmo visual y mental. He visto como dudaba uno de los más grandes y como, de su duda, hacía una de sus más grandes obras maestras.

Fellini también lo pasó mal, en lo artístico y en lo sentimental, aunque me da la impresión que en todos aquellos que pretendemos lo artístico, de una manera u otra, mezclamos esos dos únicos aspectos que tienen sentido en nuestras vidas.

Grazie mille Federico por arroparme en mis momentos de duda.

http://www.youtube.com/watch?v=SdGrOjAQ_gs

domingo, 24 de agosto de 2008

A los que muchas veces no comprenden...

SOMEDAY NEVER COMES (CREEDENCE CLEARWATER REVIVAL)

First thing I remember was askin' papa, "Why?",
For there were many things I didn't know.
And Daddy always smiled; took me by the hand,
Sayin', "Someday you'll understand."

CHORUS:
Well, I'm here to tell you now each and ev'ry mother's son
You better learn it fast; you better learn it young,
'Cause, "Someday" Never Comes."

Well, time and tears went by and I collected dust,
For there were many things I didn't know.
When Daddy went away, he said, "Try to be a man,
And, Someday you'll understand."

CHORUS

And then, one day in April, I wasn't even there,
For there were many things I didn't know.
A son was born to me; Mama held his hand,
Sayin' "Someday you'll understand."

CHORUS

Think it was September, the year I went away,
For there were many things I didn't know.
And I still see him standing, try'n' to be a man;
I said, "Someday you'll understand."

CHORUS

Mmmm-mmmm-mmmm....


http://www.deezer.com/track/906898

ALGUN DÍA NUNCA LLEGA (QUE LA CREEDENCE ME PERDONE)

La primera cosa que yo recuerdo es preguntando a papa ¿Por qué?
Porque había muchas cosas que yo no sabía
Y papa siempre sonreía; me tomaba la mano
Diciendo, “Algún día entenderás”.

ESTRIBILLO:
Bien, estoy aquí ahora contándole a cada uno de los hijos de todas las madres
Mejor apréndelo rápido; mejor apréndelo joven
Porque “algún día nunca llega”

Bien el tiempo y las lágrimas se fueron y yo recogí el polvo,
Porque había muchas cosas que no sabía.
Cuando papa se fue, el dijo “intenta se un hombre,
Y, algún día lo entenderás”

ESTRIBILLO

Y entonces, un día de abril, yo no estaba allí
Porque había muchas cosas que no sabía
Me nació un hijo; Mama sostuvo su mano,
Diciendo “Algún día lo entenderás”

ESTRIBILLO

Pensar que era septiembre, el año que marché
Pero había muchas cosas que no sabía
Y todavía lo veo estar de pie, intentando ser un hombre
Yo dije “Algún día lo entenderas”

ESTRIBILLO

Mmmmmmmmmm

Orgullo patrio, sí, sí, orgullo patrio.

Hace tiempo que mantengo, y sigo manteniendo, que el orgullo de uno mismo te hace crecer y que si creces eres más feliz porque te sientes realizado y que si eres feliz de verdad haces feliz a los demás y como yo creo en eso de la ‘cadena de favores’ entre todos hacemos un mundo más feliz.

Por eso, hoy, cuando me he levantado a ver la final de baloncesto en las olimpiadas, porque me encanta ese deporte y la competición en general, además de disfrutar de la mejor selección de baloncesto de todos los tiempos en nuestro país, que está al nivel de la mejor selección de todos los tiempos (con el permiso de los Jordan, Johnson y compañía de mi infancia), además de maldecir a los árbitros que son más arbitrarios que nunca (los americanos no necesitan favores ¿o si?)… además de todo he notado ese bichito que te pica en la nuca, el mismo orgullo que me hace crecer todos lo días y que me hace ser feliz, y lo he notado por un equipo que hace que en este país no nos estemos justificando ante la derrota y peleemos hasta el último minuto.

Para los que piensen que esto e lo que hablo es patriotismo: sí, lo es, pero nada más lejos del fascismo que ha intentado hacer de la palabra la patria su exclusivo baluarte. Este orgullo es el mismo que os comento que nos hace más felices y que cuando lo conseguimos lo podemos volcar en los demás. Porque los fascistas se aprovechan de la desunión de los que no son como ellos que tienen miedo a parecer corporativistas y fascistas y que se quedan en la demagogia y en la susodicha desunión.

Por eso, hoy, estoy orgulloso de ser y de ser español como los del baloncesto, porque no por ello soy menos de izquierdas y menos solidario, porque por ganar mato el gusanillo de animal y de competitividad y que todos tenemos y me hace sentir bien y que nos hace competir todos los días y esto es lo que al final nos hace ser mejor.

¡Ajúa!

sábado, 23 de agosto de 2008

¿Por qué vale la pena vivir?


IKE (tumbado en el sofá con una grabadora, suspira)(…)…¿por qué vale la pena vivir? Es una buena pregunta. (Suspira) Mm. (Carraspea, luego suspira.) Bueno, (suspira) hay varias cosas que… que creo hacen que valga la pena. (Suspira) Eh, ¿cuáles? (Suspira) eh, yo diría… Groucho Marx… por decir una, eh, mm, (suspira) Willie Mays (suspira), mm, el segundo movimiento de la Sinfonía de Júpiter… y, mm, Louis Armstrong, el Potatohead Blues… (suspira) mm, las películas suecas, naturalmente… La educación sentimental de Flaubert, (suspira) eh, Marlon Brando, Frank Sinatra, (suspira) mm, las increíbles manzanas y peras de Cézanne… (suspira) eh, los cangrejos del Sam Wo’s… eh , mm (suspira) , la cara de Tracy (risita)…(Suspira)…
MANHATTAN (WOODY ALLEN)

Comparto la mayoría, aunque añadiría algunas más y cambiaría el nombre de Tracy por otro.

martes, 19 de agosto de 2008

Guionista aficionado.

Eso es lo que soy mientras no demuestre lo contrario, lo que me sirve, en la mayor parte de los casos, para predecir lo que va a pasar en la mayor parte de las cosas que veo en el cine o en la tele.

Estaba hasta hace un rato viendo una serie que me gusta. La serie no es especialmente buena, aunque tampoco es precisamente mala, pues, como diría mi amigo Billy W., me haría olvidar que tengo el coche mal aparcado si ese fuera el caso.

La serie, como todas y aunque se disfrace de otras cosas, va de vidas de gentes y, como casi siempre, bastante estereotípicas, lo que permite que nos identifiquemos con alguno de los personajes y nos sintamos protagonista de la historia.

En esta historia existe una familia idílica (a veces existen problemas pero los superan porque son casi perfectos) y hoy, casi sin querer, he visto lo lejos que normalmente está la realidad de esta situación de casi perfección.

Tengo un amigo, que tiene un hijo, en una edad que, aunque no nos lo dijeran expertos ni psicólogos, es la época en la que la persona genera lo que será y que traumas o alegrías marcarán su vida en el futuro. El niño permanece horas delante de la tele, prácticamente no tiene vida social ni física (deporte, amigos, calle,...). Su padre, mi amigo, ayer , con un tercero y en un momento de nostalgia, recordaba sus ratos de juego y calle, mientras tanto su hijo no dejaba de jugar a una consola sentado en un velador cuando los demás niños del lugar correteaban por entre las sillas donde estábamos sentados. Esto no es algo aislado, es lo normal, el niño ve la tele o juega durante horas a videojuegos mientras su padre lo ignora.

Es mi amigo, no creo que haya malicia, creo que hay inconsciencia de lo que significa ser responsable de alguien. Se que si intervengo puedo perder a un amigo, sin embargo me pesa la responsabilidad de poder ejercer algo positivo sobre la vida de ese niño.

Si no hiciera nada creo que el malestar que generaría en mi el hecho de no hacer nada también sería un motivo que dinamitaría nuestra amistad.

Por eso, aunque no se muy bien la manera, debo intervenir aun a riesgo de perder una amistad con la que el mismo no es consecuente, pero, si no valora a su hijo, ¿cómo va a valorar a un amigo?

Espero que sólo sea una mala racha por su parte y se de cuenta que su hijo es algo fundamental en su vida y si de camino se de cuenta que un amigo también, entonces... Todo arreglado.


Tu Luna.

¿Has visto la luna que hemos tenido esta noche? Son las cuatro de la mañana. Ahora me voy a dormir, aunque voy a escribir un ratito. He visto la luz que entraba en mi habitación, no era una farola, era la luna, era Tu Luna, sí, la tuya.

A ti, que me lees por la mañana.

lunes, 11 de agosto de 2008

Amigo de ellas, enemigo de ellos.

Ante la afirmación que encabeza como título esta entrada, contenida en un email algo más extenso, contesté a una miga lo siguiente:

Lo de amigos para ellas es como un mito hecho realidad, soy un buen amigo de las mujeres. Eso que, en principio, debería ser algo positivo (y normalmente lo suele ser) se vuelve contra mi cuando encuentro a alguien (una mujer) de la que pretendo algo más que la amistad (y algo más que sexo...). Esa mujer suele haberse fijado en mi como amigo, y parece que eso suele ser signo de asexuado, no me preguntes por qué, pues ya quisiera yo saberlo.


La amistad con mujeres siempre me proporcionó a medio plazo pareja, si bien, en demasiadas ocasiones, también me proporciona severos varapalos sentimentales, ya que tengo como especial manía la de enamorarme de amigas mías. A mi, ante todo, me gustan las mujeres muy completas y complejas, siendo un valor a destacar la inteligencia, además de que haya entre nosotros una sinergía que vaya más allá de lo físico, si bien esto último tambien es fundamental. Por ello, para que alguien me atraiga más allá de la amistad, necesito primero conocerla fisicamente (se soluciona prácticamente de inmediato), conocerla intelectualemente (conlleva alguna conversación) y conocerla personalmente (algo que necesita de algo de más tiempo que las dos cosas comentadas con anterioridad), claro está a final termina siendo como un casting. Las que pasan el primer punto y nos los demás, se suelen convertir en un hasta luego o, en el caso más loable, en un polvo y el mencionado hasta luego. En el caso que superen el segundo estadío, el de la gymkana que involuntariamente mi cerebro pone en juego, y aunque, suelen ya, estar muy cerca del tercer escalón, si no lo superan, suelen quedarse como conversadoras esporádicas y agradables ( lo que no quita tampoco un esporádico escarceo fisiológico de vez en cuando ). En último lugar, están las que superan las tres pruebas críticas son candidatas de convertirse en algo más que amigas, pues para amigas sólo son virtualente posibles las que superan las dos últimas etapas del proceso de selección, si bien, y como ya dije al principio, en este punto suelen estar ya como amigas. Y en este punto de amistad la parte de pareja sueles abrumarles o, lo que es peor, para ellas no cuento como hombre ¡mierda! (Nota del autor: no todas las amigas llegan al estadío de posible pareja, si bien todas las amigas suelen superar las tres fases de selección).

Si a todo lo anterior unimos mi peor defecto: ¡soy buena persona!, sí, me reitero en lo de que es un defecto, pues parece que a la mayoria de las mujeres - a menos las que yo conozco y que parecen haber heredado algún gen gilipolla de los que a los hombres suelen sobrarnos - esto no sólo les pone si no que además las aleja como posible pareja. Creo que esto del defecto de ser buena gente merece una explicación, y lo soy por: 1, por defecto respeto a la mujeres (a los hombres también, pero entre los tíos eso es relativamente común) pues no las trato como entes portadores de más de un agujero. 2, puedo conversar con ellas sin pretender, como último y único objetivo tapar alguno de los agujeros mencionados en el apartado 1. 3, escucho y no hago como que escucho (a la que no se haya dado cuenta eso es lo que hacen la mayor parte de los hombres), pues estan absortos en los puntos 1 y 2. 4, cuando estoy con ellas suelo ser (siempre, y si es mi pareja más) atento, cordial, sincero, delicado, complaciente (¡en todos los sentidos!) y detallista, algo que la mayoría del resto de los hombres sólo mantiene en el caso de alguna pretensión recogida en los susodichos apartados 1 y2. Mi lista de virtudes es casi tan interminable como corta mi lista de defectos, siempre que el rasero sea el modelo de hombre que las mujeres siempre soléis decir que queréis ¡mentira!, pues, si así fuera, yo sería el hombre más deseado y perseguido del mundo, con el permiso de don George Clooney y del difunto (problema para que sea perseguible) papel de seductor de mi amigo Cary Grant.


Por qué los hombre suelen considerame enemigos míos: por los mismos casos que en el apartado anterior las mujeres me suelen considerar su amigo, aunque ellos no suelen darse cuenta de lo que sucede realmente (aludo a la simpleza más que conocida de la mayor parte de los hombres), si bien ello tampoco me aporta demasiadas alegrías sentimentales (normalmente todo lo contrario).

Por eso me reitero en mi opinión de amigo de ellas y enemigo de ellos (en la mayor parte de los casos, aunque existe alguna excepción), no por predisposición propia si no por ajena.

Así que ya ves, soy el sueño que dicen tener las mujeres cuando proclamáis al mundo vuestros deseos, si bien eso, me atrevo a vislumbrar, es una de las mayores mentiras que soltáis y estáis más cerca en ese caso de los denostados hombres (que quieren una barbie pechugona a la que los amigos piropeen por como la debe felar y lo calladita que está) de lo que os gustaría reconocer, pues, como decía Loquillo y sus trogloditas en 'Simpatía por los Stones': "las chicas prefieren chicos malos para jugar" y a los buenos nos suelen dejar como último plato, una vez ya saciadas (el por qué de esto lo trataré, - o al menos lo intentaré - en otro momento de menor misantropía temporal, que no misoginia).

viernes, 8 de agosto de 2008

Tusitala.


Hace un rato, no mucho, la verdad, intentaba hacer algo que llevo intentando hacer casi toda mi vida, poner en orden mi habitación. Mi habitación ha cambiado de tamaño y de localización – demasiado en los últimos años, ¿o no?, no se – pero no mi hábito de tenerla revuelta, como mi vida, antes dentro de mi, ahora también fuera. Eso me gusta. Bueno, a lo que iba, mientras doblaba la colada para guardarla en el ropero y recogía libros, revistas, periódicos,…, me he puesto un ‘Pasaje de la historia’ del mas grande locutor de radio y uno de los más valerosos y poco reconocidos hombres de la cultura que han nacido en este país, Juan Antonio Cebrián – que en otro momento trataré con más dedicación -, ese pasaje no era otro que el referido a uno de los mejores escritores de todos los tiempos Robert Louis Stevenson, en dicho documento – narrado de forma magistral por mi tocayo – se hablaba de muchas cosas y de cómo al final de su vida se fue a Samoa con el fin de buscar una mejor climatología para su galopante tuberculosis y como, en poco tiempo, se hizo con la empatía y la simpatía de los que allí habitaban contándoles historias, lo que hizo que al final, cuando se plantó el epitafio en su lápida, estos grabaran ‘Tusitala’, en samoano, ‘el contador de historias’. Yo me uno a la dedicatoria, pues uno de sus libros, el más conocido, fue el primero que leí, con el que viajé junto a Long John Silver, hasta una isla, la de mi imaginación, que ya nunca jamás he podido abandonar.

Gracias a todos los Tusitalas del mundo por hacerme soñar despierto y dormido, por hacerme viajar lejos y cerca.

A ti, que me lees por la mañana.

A ti que me echas en cara que no escribo para alegrate el día. A ti que me escuchas y que confías en mi. A ti para que no me eches en cara que no escribo. A ti que te gusta compartir secretos y caipirinhas.

Gracias por quejarte, pues haces que escriba.




domingo, 20 de julio de 2008

Una canción, una película, un libro,...

Cuando una canción que has escuchado mil veces, cuando una película que has visto un número que pasa de diez o cuando relees un libro que siempre te hace sonreír en su dedicatoria a Leon Werth,... cuando te sientes reflejado, te inquieta, te emocionas o simplemente, como hoy, y en mi caso, habla de mi, aunque su autor no lo supiera, pero si lo intuía, me acuerdo de esos que con sus dudas siembran el mundo de fantasía y más dudas...

HERMANA DUDA
Jorge Drexler

No tengo a quien rezarle pidiendo luz,
Ando tanteando el espacio a ciegas.
No me malinterpreten,
No estoy quejándome.
Soy jardinero de mis dilemas.

Hermana duda,
Pasarán los años,
Cambiarán las modas,
Vendrán otras guerras,
Perderán los mismos
Y ojalá que tú
Sigas teniéndome a tiro.

Pero esta noche, hermana duda,
Hermana duda, dame un respiro.

No tengo a quien culpar
Que no sea yo,
Con mi reguero de cabos sueltos.
No me malinterpreten,
Lo llevo bien,o por lo menos
Hago el intento.

Hermana duda,
Pasarán los discos,
Subirán las aguas,
Cambiarán las crisis
Y pagarán los mismos
Y ojalá que tú
Sigas mordiendo mi lengua.

Pero esta noche, hermana duda,
Hermana duda, dame una tregua.

Hermana duda,
Pasarán los años,
Cambiarán las modas,
Vendrán otras guerras,
Perderán los mismos
Y ojalá que tú
Sigas teniéndome a tiro.

Pero esta noche, hermana duda,
Sólo esta noche, dame un respiro.

www.youtube.com/watch?v=nxYrbw9hu9o

miércoles, 25 de junio de 2008

Olor de una noche de verano.

No hace mucho hablaba de un regalo que encontré y que aún no he abierto. El regalo sigue ahí, con el envoltorio transparente que me deja verlo desearlo, si bien no me deja hacer uso de su contenido y que su contenido no sepa de mi existencia, pues lo que sucede es que el último regalo que abrí fue tan delicioso como pernicioso, además que debido a ciertas características mías me producía algún que otro efecto nocivo del que aún estoy recuperándome.

Hace tiempo me dije que, si bien no podía evitar volver a encontrar otro regalo similar o incluso mejor, no me apetecía volver a sufrir tanto como lo hice. Claro está, el contenido del regalo que os hablo cumple todos los requisitos necesarios para hacer que me olvide de todo.

Hoy, para colmo, el regalo ha tomado un cariz nuevo que lo hace más apetecible, si cabe, que antes. La verdad es que este cariz, su olor, siempre estuvo ahí, desde el primer momento. Soy especialmente olfativo, para lo bueno y para lo malo, y cuando establezco un contacto el olor me hace marcar un comportamiento concreto hacia su productor, por supuesto añadido a otros factores. El olor del regalo que aún no se si será mío, o yo suyo, o, lo mejor, ambas cosas, me resultaba familiar desde que me aproximé a su contenido, algo que si bien yo no había querido reparar en el por diferentes motivos, hace tiempo que estaba ahí. Ese olor conocido, pero al que o lograba dar nombre, me inundaba y me inunda, me obsesionaba y me obsesiona, me enamoraba y me enamora. Ese olor esta noche, cuando iba en mi coche, despacio y respirando el aire de la calle, lo he identificado: ¡Su aroma es el de una noche de verano!, como comprenderéis el corazón ha empezado a palpitar más allá de lo apetecible y, a la vez, de la manera más deliciosa del mundo…

jueves, 19 de junio de 2008

'El día que conocí a Elenor Rigby'

Hace un par de días, sobre las once de la noche, llegué a mi casa después del gimnasio, cuando descubrí que el frigorífico estaba tan frío y como desierto.

Para solucionar el apetito elevado al punto del hambre que traía del lugar de sudores y ejercicios, me dirigí a una pequeña tienda que hay cerca de casa donde me agencié de los alimentos mínimos para una cena tan sana como copiosa. En aquel momento, cuando me disponía a pagar, vi a una mujer que, sin conocerla de nada, me resultaba familiar. Sobre la marcha caí en que esa mujer solía estar ahí casi siempre que voy a ese lugar sobre esa hora, la de cierre, dando conversación a cualquiera de las diferentes dependientas que rotaban en el turno de la noche y viendo como los clientes pasábamos por delante camino de nuestras vidas.

Esa muejer es como la Eleanor Rigby de la canción de los Beatles. No se si recogerá arroz a las puertas de alguna iglesia o, simplemente va a una tienda de barrio a ver como pasan sus clientes por delante de ella. Las personas como Eleanor, o como la mujer de la tienda, parecen que un día perdieron un tren o que nunca se atrevieron a cogerlo, fuera lo que fuese lo que perdió, su cara de tristeza sobrepasada por la desidia y sus miradas furtivas de envidia, deseo y nostalgia denotan un camino de dificil retroceso y de salida aun menos probable.

Cualquiera de nosotros podríamos convertirnos en una Eleanor Rigby, sólo tendríamos que sentrinos desauciados, desgraciados o desencantado con la vida.

Como culminación a este devaneo mío, ayer me enteré de la muerte de un compañero de trabajo de unos amigos, al cual encontraron un día despues de su muerte sólo en su piso y sin explicación aparente a su muerte y, aun menos, a su vida.

No pretendo promover los estilos de vida forzados de nadie con nadie. Hay épocas en nuestras vidas que debemos pasarlas solos para encontrarnos y otras las pasaremos por falta de compañía. Estar sólo no tiene nada que ver con vivir sólo. Estar sólo es no tener con quien compartir momentos. A veces nos obsesionamos con encontrar una persona con quien compartir nuestra vida, nos agarramos a cualquier posibilidad, por muy alejado que esté de lo que realmente necesitamos y, si no encontramos esa realidad de alguíen con quien sobre llevar la soledad nos hundimos en esta.

No estés solo. No estés mal acompañado. Si buscas, encuentras con quien compartir (se que al principio parece imposible dirigir una palabra a esa persona, pero si lo intentas, es mas fácil de lo que parece) y comparte tu vida congente que te aporte y a los que aportes y, si tienes la suerte de encontrar a alguien que además esté a tu lado y tu seas su lado, mejor.

http://www.deezer.com/track/15351

Eleanor Rigby (The Beatles)

Ah, look at all the lonely people
Ah, look at all the lonely people

Eleanor Rigby picks up the rice in the church where a wedding has been
Lives in a dream
Waits at the window, wearing the face that she keeps in a jar by the door
Who is it for?

All the lonely people
Where do they all come from ?
All the lonely people
Where do they all belong ?

Father McKenzie writing the words of a sermon that no one will hear
No one comes near.
Look at him working. Darning his socks in the night when there's nobody there
What does he care?

All the lonely people
Where do they all come from?
All the lonely people
Where do they all belong?

Eleanor Rigby died in the church and was buried along with her name
Nobody came
Father McKenzie wiping the dirt from his hands as he walks from the grave
No one was saved

All the lonely people
Where do they all come from?
All the lonely people
Where do they all belong?

domingo, 15 de junio de 2008

'A continuación GREASE...'

Las cuatro y media de la tarde. En la calle la temperatura se acerca a los cuarenta, aunque la mujer del tiempo diga que hoy llegamos en mi ciudad a los treinta y tres. Me he levantado tan tarde como mi aburrimiento de domingo me lo ha permitido. Me he preparado un plato de pasta que ya muchos quisieran para una comida romántica.

Después de la comida, la tele, un domingo por la tarde, normalmente comparable al resto de la semana pero sin el reclamo de la publicidad… pero cuando iba a apagar el aparatito veo ‘A continuación GREASE’ y claro, dije (sólo para mi, claro):

- Ahora si que lo apago…

Como era de esperar no lo apagué y me dediqué a ver como las cosas no cambian, ni en el cine ni la realidad. Las películas siguen marcando los mismos estereotipos, y la realidad también. El personaje de Travolta tiene su igual en las películas de adolescentes de hoy en día, aunque en las de hoy ya no se usa ni la gomina ni el buen gusto cinematográfico, pero en la realidad las cosas han cambiado mucho menos. Los adolescentes de hoy en día siguen los mismos patrones, ya se, follan antes, pero siguen las modas hasta el último extremo, generando el aspecto macarra, cani, kie, pijo, o como quiera que se llame en ese momento ese grupo de niños con las hormonas por las nubes y con ganas de echar su primer polvo, aunque hayan echado muchos antes.

Los ‘tíos’ siguen interesados en tirarse a la chica que se deje, aunque no le guste o diga que no le gusta, por el simple hecho de compartir con sus similares que lo ha hecho o que lo hace con asiduidad.

La ‘tías’ piensan, lo primero y la diferencia más importante con los ‘tíos’ y lo segundo, es que piensan lo mismo que los tíos pero no suelen dejarles que lo reconozcan.

Sus hábitos, su tendencia a la exageración en cuanto a la moda, a su lenguaje y a cualquier cosa que afecte a se vida es su modo de afrontar una época de su vida que sigue siendo igual de insoportable ahora que hace veinte años, aunque dicen que ahora se folla más…

Y por eso GREASE sigue siendo una deliciosa caricatura de esa época de la vida que nos marca para el resto, que genera traumas y comportamientos que rara vez se superan, para bien o para mal, y que casi tan pronto como la infancia, olvidamos o intentamos olvidar para ser esos adultos que juzgan, condenan y prohíben a sus hijos lo que ellos siempre desearon hacer.

Adolescente, disfruta y no te olvides de lo mal que lo pasas, pues serán los mejores recuerdos de tu vida si sigues el camino de tus padres y te conviertes en un adulto de esos que no recuerdan; si no, si eres como yo, no te preocupes, pues seguirás siendo un adolescente toda la vida con lo malo y, sobretodo, lo bueno de esta de un día a día cambiante y novedoso.

sábado, 14 de junio de 2008

'Piano, piano'*

Poco a Poco.

La sensación de montañero la tengo asimilada. Todo el mundo da por hecho que lo mío es el supuesto Mont Blanc. El supuesto Mont Blanc o Monte Bianco se da por hecho que es asequible y, realmente, creo que lo es. Y si bien es especialmente llamativo y me procuraría respeto y placer hacer cumbre, me puede más el Cervino o Matterhorn, que, aunque más técnico, con muchísimas más exigencias y con grandes posibilidades de fracaso, es el que realmente me motiva cada vez más. Por eso, y aun a riesgo de perecer en el intento, creo que me decantaré por el supuesto monte con forma de pirámide, el Cervino, que tiene lo que a mi me atrae, aunque, como ya he dicho, generalmente me parece fuera de mi alcance, si bien yo no quiero el supuesto Mont Blanc, quiero lo que quiero, o todo o nada, pero eso si 'piano, piano'*.


*Mi conocimiento del Italianoo es nulo y he trasladado fonéticamente una expresión que se que en competición quiere decir 'poco a poco' ...

viernes, 13 de junio de 2008

¡¡¡¡LOS UNICORNIOS EXISTEN!!!!

Hoy hemos sabido que los unicornios existen. Dicen que es un corzo italiano con una malformación genética. En ocasiones odio la ciencia, que tanto nos ha dado, por querer quitarnos los sueños y las fantasías que nos hacen ser más niños y menos adultos, que nos hacen soñar más despiertos y dormir más profundamente. Pues ¡que se joda la ciencia!, porque los unicornios existen. Y si los unicornios existen cualquier cosa puede pasar, hasta mis sueños y los tuyos (puede que alguno tu y yo coincidamos), aunque la ciencia hable de probabilidad, los envidiosos hablen de suerte, los que no tienen sueños por lograr de perseverancia yo hablo de unicornios.

Así que yo, con o sin permiso de la ciencia, juro ante el Word que soporta mis devaneos y el Mac que aguanta mis tecleos a cuatro dedos, que voy a seguir luchando por mis sueños, ya sea el que toma forma como el sensual cuerpo y la maravillosa mente de la mujer que me encandila o aquel de ser el artista en el cuerpo de un científico que me enjauló durante mucho tiempo y cuya piel de parafina estoy empezando a mudar porque…

¡¡¡¡LOS UNICORNIOS EXISTEN!!!!

jueves, 12 de junio de 2008

En vuelo chárter y sin escalas.

Hace un rato, mientras desayunaba, veía uno de esos programas culturales que a horas tan ilógicas, como las diez de la mañana, ponen en una televisión pública que ni busca (por sus resultados económicos) ni debería buscar competir a beneficios y audiencias con el mercado privado, una programación cultural, en ocasiones obsoleta y en otras aceptable que debería estar en horarios que niños y adultos curiosos pudieran disfrutar. En dicha programación, que gracias a mis aficiones noctámbulas suelo disfrutar cuando desayuno, hoy emitían un programa sobre Lorca y La huerta de San Vicente (Casa de Verano y de apartes de Poeta) se exponía la importancia de dicho autor a todos los niveles de la cultura de su época y cuyo legado trascendecie de nuestros días.

Esta larga introducción es para poner en antecedentes un hecho: como otras muchas veces, en la soledad de mis libros o en la compañía de más o menos amigos, cuando cambiábamos el mundo entre cerveza y cerveza, entre copa y copa o entre ... me planteaba cuan usada políticamente está la imagen de los autores andaluces, algunos de ellos alcance que supera cualquier tipo de alambre de pinchos o tela multicolor escudada y como de desconocida es dicha imagen y, por supuesto, una obra deliciosa, a veces dura, pero siempre maravillosa. Esto sólo es el extremo más apestoso de la INCULTURA de mi tierra, a la que quiero como se quiere a una familia como la de Bernarda Alba, es decir, se quiere y se odia casi a partes iguales. Mi tierra, se vanagloria de autores que no conoce, de monumentos que no visita, de playas que no cuida de no ser por obligaciones de banderas azules y de niños en edad de crecer por dentro y por fuera que desconocen, por desidia parental, docente y política, como su vida y la de sus ancestros está retratada de una manera maravillosa y por verdaderos artistas, que poco tienen que ver, al menos con la imagen actual, con las diversas Ferias, Rocios o Semanas Santas.

Como dijo una vez un escritor denostado por muchos, por ser 'progre' y poco reticente a callarse sus opiniones, y me refiero a Arturo Pérez Reverte, Sevilla, y que yo lo estrapolo a Andalucía, "sigue resignada a ser una pequeña ciudad - región - onanista y a veces analfabeta" ('El ombligo de Sevilla'. ARTURO PÉREZ-REVERTE | El Semanal | 17 de abril de 2005 ).

Por eso, si seguimos mirandonos al ombligo dirigidos por las manos de unos pocos y, lo que es peor, dejamos que nuetros futuros adultos sean igual o más borricos que nosotros, los actuales, estamos condenados a vivir de un turismo de sol y playa, que se escapará, primero a los Balcanes y después a otros sitios de precio humillante para los autóctonos que los reciben con más recelo que alegría. Ese turismo, base total de la economía que aplaude al estafador, que protege al corrupto por acostarse con la folclórica, será el que algún día lloraremos y no sabremos como despegarnos de algo que ya no está y que llegó cuando el dictador de metro y medio hundía este pais, con el beneplácito de su población, en la miseria, y todo se irá de la misma manera que llegó, en vuelo chárter y sin escalas.

Como Leon Werth.

Tener hijos es como la buena pornografía. Cuando ves porno esperas ver cosas que no has podido, que hace tiempo que no haces o que te gustarían hacer.
Cuando se tienen hijos se suele proyectar lo que a uno le hubiera gustado ser o llevar a cabo o, en este caso, se intenta que los vástagos no cometan los mismos errores que sus padres para que estos nuevos proyectos de adultos lleguen a ser lo que ellos no han sido. Suele ser el error de la mayor parte de los padres y todo esto lleva a las generaciones contiguas a estar en un conflicto constante, pues uno ve en el hijo su último cartucho para ser lo que no fue mientras el otro ve en su padre el mayor impedimento de ser él mismo.
Por que todos, como hijos, necesitamos equivocarnos, elegir nuestro camino y, si bien es cierto que la experiencia paterna puede ayudarnos a ser mejores y a vivir mejor (no siempre esta parece ser la norma más habitual) no es suficiente para que las generaciones nuevas permitan que las ‘adultas’ les hurten su rol y sus experiencias vitales más personales.

Así que, los que ya sois padres pensad, como en la dedicatoria a León Werth en el principito, que una vez fuisteis niños, a los que lo seáis algún día tomad nota de alguien que, por su día a día convive con el conflicto y los niños, no penséis en cuando seáis adultos, pues ya tendréis tiempo de lamentar serlo.

miércoles, 11 de junio de 2008

El acicate

Vivir consiste en quejarse de cosas sin importancia hasta que un día nos pasa algo importante y vemos la realidad de nuestras antiguas quejas. Ese día todo ocupa su sitio, en algunos casos es tarde, en la mayoría es el mejor momento, por eso, la mayoría necesitamos el acicate de un aviso para empezar a vivir de verdad.

martes, 10 de junio de 2008

Un 'casi na'.

No hace muchos años, en una cena familiar, le dije algo a mi madre que en muchas ocasiones le había comentado a mi hermano:

- Mama ¿a mi por qué no me gusta el fútbol como a los demás, en vez de montar en moto, subir montañas o viajar?

Mi madre rió y me dijo, siguiendo la broma, que me sucedía esto porque venia de gente ‘bien’ y que me gustaba vivir como a ellos.

Sin denostar a los amantes del balompédico deporte, ni la explicación aparentemente sarcástica de mi madre, yo, realmente, no quería saber el por qué científico, y, para ser sincero, no quería conocer ningún por qué. Cuando lancé esa pregunta que tantas veces había lanzado, sólo me quejaba y a la vez disfrutaba de mi condición de curioso empedernido y enganchado a lo novedoso y a todo aquello que me aporte cualquier cosa positiva a cualquier plazo de tiempo.

Mi vida, en todos sus aspectos, es idéntica a mis aficiones. En cuanto al trabajo, me canso en breve, no aguanto a los jefes, creé mi empresa para dedicarme a lo que creía más me gustaba hace casi seis años sin aguantar órdenes. Hace casi uno puse en marcha mi segunda empresa (todo ello sin ayudas externas y sin dineros ajenos a los conseguidos por mi y mi afán) y todo mezclado siempre, y también revuelto, con mis aficiones: fotografía, literatura y, por supuesto, cine.

Lo mezclo todo, y se ha dado alguna vez el caso de que alguien me ha preguntado a que me dedico y no he sabido que responder ¿fotógrafo? lo soy, ¿publicitario? lo soy ¿guionista? lo soy ¿director? lo soy ¿maestro? lo soy ¿empresario? lo soy… todas estas cosas con trabajos, en mayor o menor grado, que las respaldan.

El ‘no va más’ de mi exigencia, mi inconformismo y mi deseo de lo complejo, que no lo complicado, es el tema de las relaciones sociales y personales. Los amigos los quiero inteligentes siempre, borrachos cuando sea el momento, curiosos a juego con la inteligencia y, sobre todo, amigos. Y, el caso extremo en las relaciones sociales es el tema que se refiere a las féminas, pues, lo siento por mis enamorados hombres pero soy hetero. En lo referente a las mujeres las quiero con los mismos atributos que a los amigos, sumando a ello que deseen verme cada minuto, que se les corte la respiración cuando me ven y que deseen follar a todas horas y en cualquier lugar, es decir (y como solemos decir por estos lares) ‘casi na’.

Así soy yo, un ‘casi na’. Complejo, que no complicado.

domingo, 8 de junio de 2008

Un regalo encima de la mesa.

He encontrado un regalo encima de la mesa. Su envoltorio es curioso y delicioso a la vez. No se lo que contiene. Pero llama la atención. No se si es de alguien, pero está en la mesa. Lo abro con cuidado, de manera ordenada para luego poder envolverlo y dejarlo como estaba, es curioso. Nunca he sido ordenado, pero me ha llamado tanto la atención que temo no volver a dejarlo intacto, porque… ¿y si no es para mi…?

El regalo sigue ahí, después de abrirlo veo que tiene un envoltorio adicional que si retiro me tendré que responsabilizar si dicho regalo no me pertenece, pues nunca será mío y tampoco quedará como estaba… pero si quiero que sea mío debo eliminar ese plástico transparente. Me gusta lo que veo bajo el envoltorio que no esconde nada, que sólo lo protege frente a demasiadas manos.

Es un regalo perfecto, es lo que necesito y, sobre todo, lo que deseo desde hace más tiempo del que me gustaría reconocer.

No se si me pertenece. Me gustaría que alguien me dijera que sí, que es para mi, pero me da la sensación que nadie va a aparecer.

Aparece alguien. Me dice que no es mío, pero es obvio que me miente, le gusta el regalo y lo quiere para si, yo lo espanto, pero todavía no se si es para mi ¿o yo para el?

Creo que es el regalo el que me tiene que elegir a mi o ¿quizás debería quitarle el envoltorio para que me vea?, pero ¿y si al quitar el envoltorio me doy cuenta que no es para mi o no le pertenezco yo a el? Tiene una tarjeta, seguro que contiene el nombre del destinatario, pero si no quito el envoltorio no la podré leer.

El regalo me gusta y creo que le quitaré el envoltorio, aun con la posibilidad de que no sea para mí. Al menos se que si es para mi lo quiero sin envoltorio…

Hemos cambiado...

...el café con leche por el latte de starbucks. El SEAT 127 por el todoterreno coreano. Los hombres se cuidan como mujeres y las mujeres conducen como hombres.

Los hombres, en vez de volvernos más sensibles, nos da por echarnos cremas para seguir siendo tan insensibles como siempre.

Las mujeres fuman más que nosotros y conducen peor si cabe.

Nos imitamos en lo peor, en el miedo a la arruga y al ser segundos en una carrera sin premios. Nos da miedo envejecer junto a alguien o, al menos, permitir la posibilidad de ello. Asimilamos los vicios dañinos y los perjuicios que se han convertido en costumbres en vez de los vicios que nos hacen querer a los otros…

¿Por qué no nos imitamos en la dulzura, en la sensibilidad o en la perseverancia?¿Por qué no aprendemos a mirarnos a los ojos en vez de por encima del hombro? ¿Por qué no hablamos con la persona que compartimos cama o mesa de desayuno en vez de gritarnos en los atascos del martes por la mañana?

Creo que no lo hacemos porque tenemos miedo a descubrir que estamos enamorados o que podemos estarlo en el más amplio sentido de la palabra, pues el que está en frente, seguramente, está más cerca de ser nuestro amante que nuestro enemigo y sucede que el odio y la crueldad creemos controlarlo y sabemos que el amor nos controla a nosotros y nos hace perder deliciosamente nuestro control sobre lo que nos rodea.

jueves, 5 de junio de 2008

Starbucks. Martes.

El esperaba en la puerta. Es casi un clon mío pero más feo, algo heavy, pero con pelo corto. Se ha puesto unos vaqueros, la camiseta que cree que le puede gustar a ella. Ha llegado antes de tiempo, aunque siempre farda de llegar tarde a todos lados.

Ella llegó tarde a conciencia, le costó, ella siempre es puntual, pero debía hacerlo esperar, o más bien esperaba que él llegara tarde por su acostumbrada impuntualidad. Se ha puesto su mejor y más informal traje.

Ambos se sientan en sillones paralelos, el mejor y peor cartel de sus intenciones. Hablan de cosas insignificantes, se refieren a conocidos, ella habla de lo guapa que es una amiga suya, él le da la razón ¡Joder!

Ella le dice que tiene la espalda hecha una mierda. El se ofrece a darle un masaje. Ella, con una risa medio histérica, y contenida a la vez, acepta. El le da el masaje, guardando la distancia, pero oliendo su pelo rojo, artificial y encantador para el, desde medio metro.

El le pregunta si no se queda dormida con el efecto relajante. Ella reconoce el efecto del masaje, si bien no dice cual. Ambos intentan esquivar algo que debería ser inevitable, pero que a la gente como ellos, la mayoría, lo inevitable suele ser totalmente evitado.

El mejor momento viene cuando ambos se callan y dejan de decir tonterías. No se miran pero se observan hasta la saciedad. Alguien nos debería avisar de cuando debemos de dejar de hablar y observar, si bien nadie necesita que le digan cuando quiere besar, pero a todos nos gustaría saber cuando podemos, al menos esa primera vez.

Los dos quieren besarse, pero necesitan una autorización de nadie. El miedo, a no se que, los para. Miedo a hacer el ridículo, pero ¿ridículo de que? ¿de desear alguien? ¿de desear? ¿de algo más o de un deseo simplemente a follar?¿de que la gente sepa que se desean, que follan?¿de saberse vulnerables porque cuando se desea o se quiere no se está a la defensiva?¿de hacerse vulnerables frente al otro?¿de fracasar?

Ese miedo es una mierda. Hace que la gente no sea feliz.

El miedo se ha convertido en el componente que la selección natural ejerce sobre el ser humano, puesto que los medios físicos no han sido efectivos.

El miedo hace que no demos pasos en la vida. El miedo hace que no hagamos lo que deseamos, o peor, que ni lo intentemos.

El miedo es el hijo legítimo de la precaución, porque si fuera ilegítimo lo ignoraría y se convertiría en esa sensación tan agradable que hace que las pulsaciones nos lleguen a la garganta y nos hagan casi vomitar.

Hemos sustituido, la mayoría, esa sensación de desear, de amar, de follar… de vivir, por miedos más cotidianos, más superfluos, que son como la masturbación en comparación a un buen polvo, nos quitan la tensión repentina ante ese deseo, pero dura poco y, por supuesto, no tiene ni la milésima parte de diversión.

Unos nos dedicamos a saltar de puentes – con cuerdas, por supuesto – o subir montañas o correr con la moto. Otros a afiliarse a equipos de fútbol en cuyos recintos se permite a las mujeres que insulten o llorar a los hombres sin que vaya en detrimento de su rol.

Tenemos más miedo a amar y, sobretodo, a nos ser correspondido que al suicido o a cualquier tipo de muerte, sobre todo si es físicamente indolora.

El aquí firmante está hasta los cojones y, por ello, pido a quien lea esto que bese cuando lo desee y que folle cuando lo dejen y que sólo use la masturbación cuando lo primero no lo lleve a lo segundo.

Por eso, desea, besa, folla, o sea, vive.

Devaneos IV

Sábado vírico.

Son las dos de la tarde. Un sábado de noviembre y tengo un trancazo de un par de cojones por un virus que dicen que me puede afectar al hígado, al bazo y no se que más…, bueno, siguiendo con la retahíla, aquí estoy, como los síntomas son un poco cabrones, me he venido a sufrirlo un par de días a casa de mis padres para que me agasajen con sopitas y mimos al cincuenta por ciento.

Pues eso, aquí estoy escribiendo esto porque he mirado la cartelera del Digital y he visto que ponen ‘Atrapado por su pasado’ de Brian De Palma con Al Pacino… y todo esto viene a que me he llevado una alegría tremenda, como la que se puede llevar uno cuando una chica, (o chico, la elección y la erección son libres) a la que no ve hace tiempo y que creía que pasaba de uno, lo llama para tomar café. Todo ello me ha recordado lo que hablaba hace ya muchos años con mi hermano, Jesús, y un amigo, Chico, en relación con la superior fiabilidad de las motos (todos éramos y somos moteros a mucha honra) frente a la fiabilidad y el daño que hacen las mujeres, y como todos estábamos de acuerdo que preferíamos a las máquinas de dos ruedas que a las damas de dos… Por eso he recordado la sensación, y creo, ahora lo creo, antes pensaba que éramos pocos lo que lo sentíamos (antes era más prepotente que ahora, aunque parezca increíble para los que me conozcan) y a día de hoy se que nos pasa a la mayoría de los humanos, que enfocamos nuestras aspiraciones en escalafones algo más fáciles, menos dolorosos y menos gratificantes de lo que nos gustaría, y que por eso las cosas van así, porque tenemos deseos insatisfechos, porque no follamos suficiente, porque no montamos en moto lo que el cuerpo nos pide o porque no vemos las buenas películas…

Sea lo que sea en esta vida no tenemos que descartar tener lo mejor o, al menos, luchar por ello porque así siempre lo veremos más cerca que ayer…

Yo no pienso dejar ni lo de las mujeres, ni las motos, ni el cine. Tú haz lo que quieras, aunque dicen que nadie aprende con los errores de los demás, yo, que he cometido el error y no soy egoísta lo comparto contigo.

Lo dicho ‘Carpe Diem con disco duro’

Devaneos III

Yo me conozco. Soy un tío que un día, no hace mucho tiempo, me prometí una cosa: pelear por los sueños disfrazados de ambición y deshacerse de las ambiciones disfrazadas de jugosos y mercantiles proyectos de futuro. Ahora estoy enfrascado en la absorción que le genera uno de esos proyectos de futuro mercantiles, éste, me paga el alquiler, me permite vivir como creo que tenerlo merecido después de haberlo pasado bastante mal durante muchos años (y no me falta razón…). Pero cuando escribo esto, pienso, y mañana espero poder actuar (lo de mañana no es un eufemismo, son la 1:10 de la mañana, pues no he parado de currar y debo de tener 39 o 40 de fiebre…) así que espero mañana ser efectivo en mi decisión de luchador máximo y no de peleón del montón (aunque promete el proyecto mercantil que me tiene atrapado con salida) y ser capaz de no desechar el proyecto sin que me quite ni una pizca de tiempo ni de energía dedicable a mis sueños, personales y profesionales.

Devaneos II

Muchas veces, paseando por el campo la gente con la que voy me pregunta cual es el nombre de aquel pájaro o como se llama ese arbusto con esas flores tan naranjas.

Yo, bromeando, les pregunto que por qué a mi, que ¿por qué no le preguntan a otro? Ellos, con bastante razón, dicen que porque soy biólogo y digo que bastante razón y no toda porque, como les explico a ellos, soy biólogo de “bata”, o sea, de laboratorio (a los de campo les llamábamos en la facultad de ‘botas’, éramos futuros biólogos, no futuros humoristas, aun así me gusta el juego de palabras), por eso no tengo porque saber que es aquello…

Algunos se quedan cortados, los más me preguntan que si no se me quedó algo, que si no me gusta… la verdad que algo se me quedó, pero lo principal es que me encanta pasear por la naturaleza, ver animales, árboles frondosos o pajareras peladas… y por eso me abstengo de saber de animales ni de árboles.

Me gusta pasear como aquellos que no tenían ni querían saber, los que disfrutaban viendo al buitre subir en una corriente cálida o como suena un árbol frente a un vendaval. No quiero saber, porque a mí, eso, me hace perderle el encanto a las cosas. Hay gente que sabe el nombre de todos los pájaros de su entorno. Otros conocen cada uno de los detalles de las hojas y cortezas de los árboles que ve, pero para mí eso es lo que hace que parcialices las cosas y las extraigas de su mágico equilibrio… pero así soy yo.

Lo mismo pasa con el cine… Hay verdaderos eruditos que conocen la fecha en la que se estrenó la segunda película de tal o cual director que solamente es conocido por gente como él y alguno más, pero que se fijan tanto en los detalles de porqué no se nota un plano secuencia al comienzo de Sed de Mal que pierden toda la referencia de la belleza de una obra de arte que va más allá de la técnica y que si la desglosas es como si metes en un ordenador las curvaturas de un cuadro de Van Gohg o Münch…

Valorar las cosas más allá de la simple atracción sensorial que nos trasmiten, parece ser, en la mayoría de los casos, un refugio necesario para muchos en algo en lo que intentan ser el mejor, al menos en su ámbito personal, como un reflejo del ser competitivo que no hemos dejado de ser y como un pavo que enseña sus plumas para aparearse…

No juzgo a esa gente especializada. Sólo opino que, a veces, dejarse llevar por lo sensorial, disfrutar de la vida y no controlarla a todos los niveles, aunque sea en un solo tema, constituye un grado de libertad y al mismo tiempo de inseguridad que, si bien es muy difícil de soportar conlleva grandes e inigualables satisfacciones…

Devaneos I

A estas alturas de mi ebriedad, claramente no se que escribo. Como ya ha quedado claro estoy ebrio y, sobre todo, si estoy escribiendo esto, sólo.

Lo que me importa realmente en esta vida es lo que no soy capaz de ser, porque lo que soy ya lo tengo o superado o reconvertido en algo bueno.

lunes, 28 de abril de 2008

La Búsqueda de la Felicidad Vs. El Domingo por la tarde.



Desde mi época de estudiante, o quizás antes, he tenido al domingo por la tarde, incluso en periodo de vacaciones, como el culmen de la infelicidad, pues, claro está, determinaba la vuelta a la dinámica de la semana y para colmo después a ello se unió el despedirse de amigos y de la persona más querida (espero que si alguien de mi familia lo lee me entienda…), pero lo que nunca me planteé fue el hecho que no me amargaba porque dejara la felicidad, si no que lo hacía porque me alejaba de una felicidad que no lo era o porque había dejado pasar algún momento que disfrutar de algo o alguna oportunidad de reconocerlo…

Pero hoy todo eso ha cambiado. Hoy, domingo por la tarde (hace un rato para los ortodoxos del calendario…) he sido consciente de mi felicidad. Y todo ello habiendo pasado por un extraño momento una semana antes que, mirando atrás, fue sólo un momento de vértigo, pues estaba en una situación extraña e incontrolada, ¡estaba disfrutando de ser yo!, y lo más sorprendente ¡los demás también!… ¡que pasada! Podía ser feliz sin ser infeliz… Y hoy, como culminación, lo he sentido plenamente y lo he contado.
No ha pasado nada especial, y todo a la vez. He sentido que era yo y que era feliz por serlo y, lo mejor, lo reconocido y se lo he hecho saber a una amiga. Por eso, desde ahora en adelante me prometo a mi mismo no denostar gratuitamente a ningún día de la semana ni siquiera a una franja de un día, porque cualquier día puede hacerme ver que a pesar de todo y de nada yo puedo ser feliz o, al menos, darme cuenta que lo soy.

La princesa que no reinó...

Mi princesa no reinó, es más, la había olvidado, y al volver al blog y la recordé y vi que no reinó. Que más da. El mundo está lleno de princesas con aspecto de putas republicanas y viceversa. ¡Que vivan las putas!¡Que viva la república!¡y que vivan hasta las princesas!

miércoles, 27 de febrero de 2008

Como un personaje creado por Woody Allen...

...así me sentí el otro día. Te cuento.

El otro día, fui a ver a una amiga a la que conocí hace tiempo, la cosa es que, en su momento, pudo haber algo entre nosotros y no lo hubo, por mi culpa.

Recientemente retomamos el contacto y decidimos vernos de nuevo. Sin entrar en mas detalles, quedamos en su ciudad (vivimos cerca pero en ciudades diferentes. La idea y el fin del encuentro (creo que por ambas partes) estaba clara y no hace falta mucha imaginación. Pero, a lo que iba, después de ir a dejar las cosas a mi hotel, nos fuimos a tomar un café, me dice que en breve llegará una amiga suya. Cuando llega su amiga y la veo me da un vuelco el corazón, no la conocía pero la miré como si la conociera y deseara conocerla de toda la vida.

En toda la noche no pude de dejar de pensar en ella, no pude de dejar de mirarla. Ella era lo más bonito que yo había visto nunca (ya se, tópico, pero como en mi vida yo soy juez y parte de lo que veo ella es lo más lindo que he visto y no hay discusión posible).

Aquella noche, intenté esquivar disimuladamente a la chica - a la que yo iba a ver originariamente -, algo que creo que ambas percibieron. Yo (de autoestima débil a lo que doy 'gracias' a mi infancia) percibí (creo) interés de mi recien hayada princesa por mi persona (suena rancio, sobre todo de boca de un republicano confeso, pero, que le voy a hacer, me da lo mismo).

Pasé una noche estupenda, sobre todo por su presencia, lo único que me sobraba, aunque suene cruel, era la amiga común, un encanto, pero a miles de años luz de lo que yo empezaba a sentir por mi más reciente conocida.

La noche se estiró hasta las seis de la mañana. Hablamos, nos dejamos mojar por la lluvia paseando, bebimos y nos tocamos (nada lascivo) pero dañino para mi corazón, si este tuviera problemas, por los botes que daba cuando ella se acercaba. Es decir, me enamoré. No me avergüenza reconocer alo que simplemente pasó y que hubiera sido perfecto de no ser porque cumplía el tópico de que tres son multitud, y eso es lo que éramos, tres y multitud.


La noche terminó, deje a mi querida princesa en su casa y me fui paseando a mi hotel en la compañía de la amiga original que tenía ganas de algo más que de un par de besos de despedida, algo que yo no le di (lo que ella quería además de los besos, claro) y se fue a casa compuesta y sin... Desde entonces no puedo quitarmela de la cabeza, a mi princesa, y sueño, dormido y despierto, en estar con ella.

Mientras, su/mi amiga, la presentadora de ambos, no deja de llamarme y yo, que huí despavorido al día siguiente, sin el teléfono de mi princesa, pero si con su correo, intento quedar con ella para ser feliz...

Te tendré informado...

lunes, 11 de febrero de 2008

Cines V.O.

‘¿Por qué en los cines de V.O. sólo se ve a gente que no le importa su apariencia o que la cuidan para que no parezca que la cuidan?

Ese tipo de gente, como yo, creo que, en muchos casos, vemos esas películas para decir que la vemos, aunque en algunos casos nos hemos acostumbrado tanto a vernos en esa situación que nos lo hemos creído y le sacamos hasta partido intelectual (nos comemos más el coco si cabe y que cuando llegamos al cine ¿y esto es bueno…?).

Está bien eso de creerse intelectual, más inteligente que los demás… pero ¿eso sólo lo hacemos los que vamos a los cines de v.o. o las filmotecas? ¿o también lo hacen los que van al fútbol los domingos y es su única distracción y tema de conversación para el resto de semana? No se.

Los que vemos películas y hacemos colas en los festivales para ver películas de nombres que cuesta aprender y que luego queremos poder repetir en alguna partida de trivial o de warhammer, esos, hablamos de solucionar el mundo y creemos que, con nuestro sobrevalorado intelecto, podemos solucionar los problema, porque vamos con zapatos cómodos y con ropa poco ajustada, en el lugar opuesto están los futboleros que podrían ser (creemos nosotros) nuestros parias, porque no dejan de ser unos superficiales pagahipotecas, con ropa más ajustada y gafas a la penúltima.

Pues a mi me da miedo. Porque esa gente que ahora vamos con Campers y con ropa suelta antes iba con americanas con coderas, melenas y gafas como las que se vuelven a llevar ahora. Aquellos hacían teatro y leían poesía. Ahora hacemos cortos y seguimos cambiando el mundo, o eso creemos. Pero todo esto tiene un problema, que esos equivalentes a los que ahora vamos de progres son los que hoy gobiernan el mundo, o quieren gobernarlo, o que ocupan plaza de eurodiputado o que se yo que cargo administrativo en la gerencia de turno.

¿Está la solución en dejar el mundo en manos de futboleros pagahipotecas? Pues no. Esos tienen la misma concepción del mundo que tenemos los progres, si bien ellos no lo disimulan. Ellos y ellas quieren tirarse a la o el de al lado y por eso visten, como dije antes, a la penúltima creyendo que van a la última. Nosotros, los progres, hablamos del Ché, de filosofía, de cine para cuatro,… o sea, en vez de gafas y pantalones ajustados hablamos de temas que no dominamos la mayoría y por eso podemos usarlos, pero al fin y al cabo sólo pretendemos tirarnos al/la de al lado, aunque algo bueno tenemos, no nos importa reconocer, al que lo sea, que le gusta el de al lado aunque sea del mismo sexo, si bien eso sólo es apariencia en la mayoría de los casos.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Hoy he vuelto para quedarme.

Con la publicación de hoy, y con esta, claro, he vuelto a escribir en este blog mio. Con ello, y si alguien lo lee, algo que mi ego desea, espero y estoy seguro que va a ser la continuación de algo muy especial: mi encentro conmigo mismo... que no es poco, porque tu, OSWOOD ¿sabías que? ¡NADIE ES PERFECTO!

El último día de mi vida.

Hoy es el último día de mi vida, o no. No lo se y me alegra saberlo, no que no, si no darme cuenta que podría serlo. Por eso, porque se que podría serlo me doy, conmigo de testigo, la palabra de que voy a ser yo, a disfrutar de la vida con tod lo que implica. Voy a saltar en paracaidas, a subir el K2, a cruzar sudamerica en moto y llegar a tierra de fuego y ver deshacerse al Perito Moreno, voy a ser guionista y director de cine, voya a seguir siendo maestro hasta que deje de disfrutar como lo hago hasta ahora, voy... o no, ni lo se ni me importa puesto que no voy a dejar de hacer todo lo posible por conseguirlo y, por supuesto, voy a llamarla... a ver si hay suerte, porque si la hay, yo ya habré hecho lo necesario para aprovecharla...