sábado, 6 de agosto de 2011

¿Director?


Hace unos días, mientras me disponía a ver ‘El padrino’, la persona que me acompañaba me preguntaba cual pensaba yo que era el motivo de la maestría y la maravilla de esa película y yo, sin dudarlo dije que su dirección en manos de Francis Ford Coppola.

Ahora estaba viendo ‘Lo que queda del día’ y he recordado aquel momento, ya no tanto por la película dirigida magistralmente por James Ivory sino por la odiosa comparación que he visto plasmada al ver en un intermedio de dicha película un horripilante anuncio publicitario, que forma parte de una campaña mas amplia, firmado por Bigas Luna.

Bigas Luna, James Ivory y Francis Ford Coppola se pasean por el mismo mundo con el mismo título y el supuesto mismo oficio, pero comparar lo del primero con lo de los otros dos es como equiparar a un sargento de infantería, ascendido tras la guerra, con Napoleón, Rommel o Julio Cesar. Los últimos eran militares por definición y por propio derecho y lo del primero por accidente.

Pues eso, Bigas Luna, como la mayoría de los que titulan como él por estos lugares, lleva el distintivo de Director porque no había otro, o porque la mayoría, eran o son como él y si alguna vez queremos hacer cine en este país, y no solo películas, deberíamos fijarnos en los que llevan en la sangre eso de dirigir, esos que saben delegar en los que conocen su oficio, esos que no se avergüenzan de darle la razón a un guionista, a un director de fotografía o a un actor, eso si, cuando la tengan, y se dedique a lo que en teoría es un oficio, es decir, a ser un coreógrafo de profesionales a su servicio y al del cine, pero no a su capricho. Parece que Amenabar sigue el camino que he mencionado, pero los que se supone que entienden y que sobretodo son envidiosos, dan por hecho que se ha vendido por hacer taquilla y no ser como los del grupo del ICO, del Ministerio de (In)Cultura y de Luna.