Las cuatro y media de la tarde. En la calle la temperatura se acerca a los cuarenta, aunque la mujer del tiempo diga que hoy llegamos en mi ciudad a los treinta y tres. Me he levantado tan tarde como mi aburrimiento de domingo me lo ha permitido. Me he preparado un plato de pasta que ya muchos quisieran para una comida romántica.
Después de la comida, la tele, un domingo por la tarde, normalmente comparable al resto de la semana pero sin el reclamo de la publicidad… pero cuando iba a apagar el aparatito veo ‘A continuación GREASE’ y claro, dije (sólo para mi, claro):
- Ahora si que lo apago…
Como era de esperar no lo apagué y me dediqué a ver como las cosas no cambian, ni en el cine ni la realidad. Las películas siguen marcando los mismos estereotipos, y la realidad también. El personaje de Travolta tiene su igual en las películas de adolescentes de hoy en día, aunque en las de hoy ya no se usa ni la gomina ni el buen gusto cinematográfico, pero en la realidad las cosas han cambiado mucho menos. Los adolescentes de hoy en día siguen los mismos patrones, ya se, follan antes, pero siguen las modas hasta el último extremo, generando el aspecto macarra, cani, kie, pijo, o como quiera que se llame en ese momento ese grupo de niños con las hormonas por las nubes y con ganas de echar su primer polvo, aunque hayan echado muchos antes.
Los ‘tíos’ siguen interesados en tirarse a la chica que se deje, aunque no le guste o diga que no le gusta, por el simple hecho de compartir con sus similares que lo ha hecho o que lo hace con asiduidad.
La ‘tías’ piensan, lo primero y la diferencia más importante con los ‘tíos’ y lo segundo, es que piensan lo mismo que los tíos pero no suelen dejarles que lo reconozcan.
Sus hábitos, su tendencia a la exageración en cuanto a la moda, a su lenguaje y a cualquier cosa que afecte a se vida es su modo de afrontar una época de su vida que sigue siendo igual de insoportable ahora que hace veinte años, aunque dicen que ahora se folla más…
Y por eso GREASE sigue siendo una deliciosa caricatura de esa época de la vida que nos marca para el resto, que genera traumas y comportamientos que rara vez se superan, para bien o para mal, y que casi tan pronto como la infancia, olvidamos o intentamos olvidar para ser esos adultos que juzgan, condenan y prohíben a sus hijos lo que ellos siempre desearon hacer.
Adolescente, disfruta y no te olvides de lo mal que lo pasas, pues serán los mejores recuerdos de tu vida si sigues el camino de tus padres y te conviertes en un adulto de esos que no recuerdan; si no, si eres como yo, no te preocupes, pues seguirás siendo un adolescente toda la vida con lo malo y, sobretodo, lo bueno de esta de un día a día cambiante y novedoso.
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