miércoles, 27 de febrero de 2008

Como un personaje creado por Woody Allen...

...así me sentí el otro día. Te cuento.

El otro día, fui a ver a una amiga a la que conocí hace tiempo, la cosa es que, en su momento, pudo haber algo entre nosotros y no lo hubo, por mi culpa.

Recientemente retomamos el contacto y decidimos vernos de nuevo. Sin entrar en mas detalles, quedamos en su ciudad (vivimos cerca pero en ciudades diferentes. La idea y el fin del encuentro (creo que por ambas partes) estaba clara y no hace falta mucha imaginación. Pero, a lo que iba, después de ir a dejar las cosas a mi hotel, nos fuimos a tomar un café, me dice que en breve llegará una amiga suya. Cuando llega su amiga y la veo me da un vuelco el corazón, no la conocía pero la miré como si la conociera y deseara conocerla de toda la vida.

En toda la noche no pude de dejar de pensar en ella, no pude de dejar de mirarla. Ella era lo más bonito que yo había visto nunca (ya se, tópico, pero como en mi vida yo soy juez y parte de lo que veo ella es lo más lindo que he visto y no hay discusión posible).

Aquella noche, intenté esquivar disimuladamente a la chica - a la que yo iba a ver originariamente -, algo que creo que ambas percibieron. Yo (de autoestima débil a lo que doy 'gracias' a mi infancia) percibí (creo) interés de mi recien hayada princesa por mi persona (suena rancio, sobre todo de boca de un republicano confeso, pero, que le voy a hacer, me da lo mismo).

Pasé una noche estupenda, sobre todo por su presencia, lo único que me sobraba, aunque suene cruel, era la amiga común, un encanto, pero a miles de años luz de lo que yo empezaba a sentir por mi más reciente conocida.

La noche se estiró hasta las seis de la mañana. Hablamos, nos dejamos mojar por la lluvia paseando, bebimos y nos tocamos (nada lascivo) pero dañino para mi corazón, si este tuviera problemas, por los botes que daba cuando ella se acercaba. Es decir, me enamoré. No me avergüenza reconocer alo que simplemente pasó y que hubiera sido perfecto de no ser porque cumplía el tópico de que tres son multitud, y eso es lo que éramos, tres y multitud.


La noche terminó, deje a mi querida princesa en su casa y me fui paseando a mi hotel en la compañía de la amiga original que tenía ganas de algo más que de un par de besos de despedida, algo que yo no le di (lo que ella quería además de los besos, claro) y se fue a casa compuesta y sin... Desde entonces no puedo quitarmela de la cabeza, a mi princesa, y sueño, dormido y despierto, en estar con ella.

Mientras, su/mi amiga, la presentadora de ambos, no deja de llamarme y yo, que huí despavorido al día siguiente, sin el teléfono de mi princesa, pero si con su correo, intento quedar con ella para ser feliz...

Te tendré informado...

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