viernes, 18 de diciembre de 2009

Un diálogo.


“ - DORWORTH (BURT LANCASTER): Nada es para siempre, excepto la muerte. Pregúntale a Fierro, a Francisco,… a todos aquellos del cementerio de los hombres sin nombre.
- RAZA (JACK PALANCE).- Todos ellos murieron por un ideal.
- DORWORTH: ¿La revolución?¡Ja! Cuando el tiroteo termina los muertos se entierran y los políticos entran en acción, y el resultado es siempre igual, una causa perdida…
- RAZA.- Así que, tu quieres la perfección o nada… ¡Ah! ¡Eres demasiado romántico, amigo! La revolución es como la más bella historia de amor, al principio ella es una diosa, una causa pura, pero todos los amores tienen un terrible enemigo, el tiempo. Tu la ves tal como es… la revolución no es una diosa, si no una mujerzuela… nunca ha sido pura, ni virtuosa, ni perfecta… Así que huimos, encontramos otro amor, otra causa, pero sólo son asuntos mezquinos… lujuria, pero no amor, pasión pero sin compasión, y sin un amor, sin una causa ¡no somos nada! Nos quedamos porque tenemos fe, nos marchamos porque nos desengañamos, volvemos porque nos sentimos perdidos, morimos porque es inevitable.”

‘Los Profesionales’ (Richard Brooks,1966)