
Hoy he escuchado en las noticias que en Francia han prohibido la emisión antes de las diez de la noche de un video-clip de Enrique Iglesias y otro de Rihanna con la excusa de que contiene escenas con alto contenido erótico.
No lo entiendo. En primer lugar los adolescentes actuales tienen una noción más lúdica y realista que las de sus padres carcas y que la de los políticos que eligieron para que los gobernaran y los hundieran en la mísera. Y si no la tuvieran sólo hay que educarlos y no ocultarles las cosas. La sexualidad, le duela a quien le duela, es un acto natural, que en ocasiones tiene que ver con el amor, pero que casi siempre tiene que ver con lo biológico, lo hormonal, lo sensual y lo lúdico y nada, excepto por el morbo culturalmente atribuido, con lo religioso o lo moral. El fin de la sexualidad es reproductivo, pero eso sólo en animales sin capacidad imaginativa. El ser humano es un ser creativo y si se suma esto a su aspecto sexual y sensual tenemos un cóctel genial para hacer del contacto físico entre dos (o más) seres humanos algo delicioso y placentero.
Para colmo estoy harto de ver cuerpos mutilados horriblemente y que son el fruto de la actuación de los poderes gobernantes y sus consecuencias en horas tan infantiles como al mediodía o por la tarde. En el primer caso en los informativos y en el segundo el los programas de tele-basura que inhiben el cerebro de los poco-pensantes. Me cabrea que se censuren cosas bellas y/o humanas y se esté pidiendo a voces la foto de la cara masacrada de Bin Laden.
Por eso, cuando me dicen van a ocultar mediante estratagemas horarias el cuerpo de Rihanna en actitudes lascivas o una orgía de las manos de Enrique Iglesias, lo único que temo es que el cantante dañe mi gusto musical y mi oído, y por ello, en el peor de los casos, haré uso del botón MUTE para eliminar la voz del susodicho afortunado orgiástico.