sábado, 14 de enero de 2012

PROFESORES PÚBLICOS A EXAMEN

Hace un rato he leído en la prensa (http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/01/13/vidayartes/1326480406_855644.html) que tanto EE.UU. como en UK pretenden hacer o mejorar un sistema que permita premiar y, sobre todo, castigar, si es necesario con el despido, al profesorado del sistema publico de educación. Esto me parece una aberración mayúscula fruto de un mundo controlado por los resultados y medido con la vara de lo rentable y lo sublime frente a lo costoso y lo mediocre.

Una vez dicho lo que pienso de un sistema que no me extrañaría ver dentro de poco implantado por estos lares, paso a matizar.

Para los que no me conozcan tengo una empresa privada que se lucra gracias al mal funcionamiento del sistema educativo, es decir, tengo una academia de apoyo a alumnos que fracasan en los estudios (aunque también hacemos otras cosas, pero ese fue el origen y sigue siendo el eje fundamental del negocio). Dicho negocio lo montamos entre un amigo y yo que vimos la necesidad de él. Al margen de la opinión de mi socio, decir que yo nunca quise formar parte de un mundo (el sistema educativo estándar) al que yo criticaba de manera directa y sin contemplaciones, el profesorado en particular y el sistema educativo en general. A pesar de todo y aunque parezca increíble soy un defensor a ultranza de la educación publica y siempre he mantenido que ojalá no tuviera que existir un negocio como el mío porque la educación publica fuera suficiente. Mi negocio existe porque hay gente que si no fuera por nosotros no terminarían nunca su educación o nunca estudiarían lo que es su vocación, y de ello los primeros responsables son unos profesores mayoritariamente incapacitados para su función.

La incapacidad de la mayoría de los profesores es manifiesta, no tanto por su capacidad intelectual como por la incapacidad docente, si bien no voy a entrar en el caso de los interinos, muchos de ellos anquilosados en sus plazas sin haber aprobado siquiera un examen como el de los de capacidad intelectual. La mayoría de lo profesores han llegado ahí por no tener alternativas laborales, algo entendible en su lugar pero que la sociedad no debería permitir. Un estado preocupado por el futuro de su sociedad no puede dejar que en profesiones como la medicina (física o mental), la asistencia social o la educación trabajen personas sin un alto grado de vocación, además de la preparación intelectual.

La solución del sistema educativo público pasa por exigir en el acceso a los profesores a su puesto mediante una prueba real de capacidad y voluntad docente, o sea vocación, pues desarrollar un tema por escrito y exponer otro ante una serie de adultos no demuestra su preparación para llegar a comunicar y a educar a una cantidad y variedad de seres humanos en una edad como menos complicada. Lo de premiar y castigar es una aberración y es el fruto de que las fuerzas políticas, en su afán de poder y no de gobernar para su sociedad, no se ponen de acuerdo en generar un plan educativo inviolable a veinticinco o mas años y fruto del acuerdo de todas las fuerzas políticas y de todos los participantes del proceso educativo (padres, alumnos...). Eso de castigar a posteriori al profesorado se parece a medicar a depresivos sin ir al origen de la depresión.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Tejero iba por derecho...


Lo dicho, Tejero iba por derecho. Cuando aquel día que recuerdo con vaguedad, debido a mi tierna infancia, entró en el congreso de los diputados dando tiros al aire mandando a callar y sentarse a los allí presentes era obvio a lo que iba.

Tejero iba a dar un golpe de estado. Pretendía ser el brazo ejecutor de la instauración de un régimen parecido al del genocida Francisco Franco. Ese intento se frustró. Algunos interesados responsabilizaron a el rey con el hecho de que el golpe no triunfara, pero yo soy de los que piensan que, de la misma manera que pasó en Portugal, en nuestro pais no triunfó el golpe por un sentimiento de responsabilidad y de libertad de un ejercito joven y con ganas de futuro y, sobre todo, por los que luego se convirtieron en los responsables del golpismo actual, es decir, los "mercados".

Al margen de los entresijos del intento golpista, hay que decir a favor del mencionado ex-teniente de la benemérita que, como ya he dicho, fue por derecho. Ese estilo, el de ir de frente, por lo visto ya no está de moda. Ahora los golpes de estado se dan poco a poco. Para conseguirlo se hunden paises por medio de la política y de las agencias de calificación y, por si no fuera suficiente, el poder de los llamados mercados, se derrocan gobiernos y se colocan en los puestos de responsabilidad lo que se ha dado en llamar "tecnócratas", es decir, una serie de individuos elegidos por los mismos responsables de la situación en la que nos encontramos (algunos, por ejemplo, están o han estado en nómina de las agencias de calificación como algunos de los que están ya instalados en el gobierno griego). Esos tecnócratas, que en Italia no son conocidos ni por algunos de los parlamentarios (tampoco es extraño, esos no creo que conozcan mucho mas allá de los que los huntan) decidirán que hacer con el futuro de una gente que ni los ha votado.

Es cierto que la mayor parte de la gente vota por costumbre o sin meditar o conocer que votan, aunque casi siempre, esos a los que votan, son los mismos con capucha diferente y, si bien pienso que a lo mejor no sería descabellado una especie de despotismo ilustrado como forma temporal y provisional de gobierno para arreglar este despropósito y como dijo un filósofo griego, habría que elegir a los más capacitados para hacer lo mejor por el pueblo, pero nunca dijo nada de los más capacitados para hacer lo mejor para sus amigos, esos amigos responsables del problema que los ha llevado a gobernar a ellos en apariencia y como meros representantes de los mencionados responsables.

Por eso digo que Tejero iba por derecho y, aunque su fin era tan deplorable como el de cualquier otro golpista, por lo menos se le veía venir. Los golpistas que llegan ahora tienen un documento que dicen que las casas, los coches, las empresas y todo lo demás que creemos tener y cuyo valor ha sido inflado por su manipulación les pertenece. Esos manipuladores dan golpes de estado como los de Tejero en paises pobres y golpes de estado como los de Grecia o los de Italia en el resto pero con el mismo fin. A esos golpistas no les basta su posición si no que parecen querer apretar más el nudo que nos ahorca hasta casi ahorcarnos.

Puede que llegue el día que nos levantemos contra los nuevos golpistas y espero verlo, si bien no estoy muy seguro de que llegue en un tiempo. Mientras tanto, seguiré viendo como mi generación y, sobre todo, la de mis alumnos se convierte en borregos desollados, pues borregos ya lo somos.

viernes, 21 de octubre de 2011

A lo único que un niño debería enfrentarse cada mañana.


Hace muchos años, cuando todavía pensaba que de mayor iba a ser no-se-que que ya en parte soy y que el mundo real era como las películas que mis padres me dejaban ver, me levantaba entre semana bajo la insistencia de mi madre y mi ruego para que me dejase en mi cama cinco minutos más.

Me levantaba sin ganas y con frío, aunque mi madre ponía una pequeña estufa para que mi hermano y yo nos sintiéramos algo menos intimidados para comenzar a desnudarnos y vestirnos antes de desayunar e ir al colegio, aunque a veces el frío era tan intenso, al menos para nosotros, que terminábamos yendo al colegio con el pijama bajo los pantalones.

Antes de coger la maleta desayunábamos viendo algunos dibujos animados en la recientemente instaurada programación matutina de televisión española. Durante esos quince o veinte minutos de deleite, con tostada de pan bimbo y café descafeinado, reíamos mi hermano y yo ante las trastadas que Bugs Bunny le hacía al cazador de turno.

Lo que hoy me ha hecho recordar eso no ha sido un chute nostalgia al uso. Hoy he recordado que en muchas, muchísimas de aquellas ocasiones, siempre demasiadas, la emisión de los dibujos animados se veía interrumpida por un avance informativo en el que decían que tal militar había sido volado por los aires por la explosión de una bomba, tal niña había quedado amputada por la explosión de otra o que aquel policía había sido asesinado con un tiro en la nuca. Aquellos avances informativos fueron parte de mi día a día y del de los de mi generación de tal manera que parecían algo indisoluble de nuestras vidas. Poco a poco los días en los que se emitían aquellos avances comenzaron a distanciarse en el tiempo hasta que ayer supe que puede que no volviera a ver un avance de esos nunca mas.

Los terroristas de ETA han comunicado su fin. Queda mucho por hacer, pero creo que hoy se que los hijos que todavía no tengo verán de un tirón y sin que su risa desaparezca de sus caras los dibujos animados mientras desayunan para ir al colegio donde se enfrentarán únicamente a lo que un niño debería enfrentarse cada mañana.

jueves, 6 de octubre de 2011

"Dios ha muerto"


Dijo mi amigo Federico una vez.

"El dinero no da la felicidad" Ha dicho mi madre.

La primera frase se me ha venido a la mente, eso si, sin vena mística, cuando me he enterado de la muerte de Steve Jobs. La segunda frase la ha soltado mi madre cuando se ha enterado de la misma muerte.

La verdad es que ambos, Federico y mi madre tienen razón.

Mi madre dice que ese hombre que ha muerto de un cancer de páncreas no ha podido hacer nada para alargar su vida a pesar del dinero que tiene. Yo le he explicado que, salvo ese particular y dramático hecho, su vida no ha sido un suplicio, puesto que ha hecho fortuna y, sobre todo, ha hecho lo que quería hacer.

Lo de Nietzsche creo que tambien tiene razón. O a lo mejor no. Puede que se haya creado un Dios. Ejemplo de esto es el cristianismo. Si los cristianos crearon una religión con un solo Dios en dos mil años, mil de ellos sin imprenta y mil de ellos con ella, no quiero pensar que va ha ser del buenos de Steve, vestido de negro, con Facebook, Twiter,... y, sobre todo, porque somos muchos los que casi idolatramos la manzana mordida y muchos mas los que sin el casi.

Steve, muchas gracias. Descansa.

sábado, 6 de agosto de 2011

¿Director?


Hace unos días, mientras me disponía a ver ‘El padrino’, la persona que me acompañaba me preguntaba cual pensaba yo que era el motivo de la maestría y la maravilla de esa película y yo, sin dudarlo dije que su dirección en manos de Francis Ford Coppola.

Ahora estaba viendo ‘Lo que queda del día’ y he recordado aquel momento, ya no tanto por la película dirigida magistralmente por James Ivory sino por la odiosa comparación que he visto plasmada al ver en un intermedio de dicha película un horripilante anuncio publicitario, que forma parte de una campaña mas amplia, firmado por Bigas Luna.

Bigas Luna, James Ivory y Francis Ford Coppola se pasean por el mismo mundo con el mismo título y el supuesto mismo oficio, pero comparar lo del primero con lo de los otros dos es como equiparar a un sargento de infantería, ascendido tras la guerra, con Napoleón, Rommel o Julio Cesar. Los últimos eran militares por definición y por propio derecho y lo del primero por accidente.

Pues eso, Bigas Luna, como la mayoría de los que titulan como él por estos lugares, lleva el distintivo de Director porque no había otro, o porque la mayoría, eran o son como él y si alguna vez queremos hacer cine en este país, y no solo películas, deberíamos fijarnos en los que llevan en la sangre eso de dirigir, esos que saben delegar en los que conocen su oficio, esos que no se avergüenzan de darle la razón a un guionista, a un director de fotografía o a un actor, eso si, cuando la tengan, y se dedique a lo que en teoría es un oficio, es decir, a ser un coreógrafo de profesionales a su servicio y al del cine, pero no a su capricho. Parece que Amenabar sigue el camino que he mencionado, pero los que se supone que entienden y que sobretodo son envidiosos, dan por hecho que se ha vendido por hacer taquilla y no ser como los del grupo del ICO, del Ministerio de (In)Cultura y de Luna.

domingo, 29 de mayo de 2011

Vendo sueños de cambio. Razón aquí.

Estimados indignados.

Creo que es el momento de mantener la indignación y generar acción. Lo de las plazas me ha parecido y me sigue pareciendo maravilloso, pero creo que hay que acompañarlo de acciones reales y no por ello menos utópicas. Los señores del poder están frotándose las manos ante tantas buenas intenciones y tanta desorganización. Demostrémosles que no solo tememos cerebro y capacidad para ver sus abusos e ignominias. Creemos fuerza. Fuerza que nos haga mirar hacia el futuro y no que desde ese día de mañana miremos hacia detrás como lo hacen la mayoría de los que formaron parte de Mayo del 68 con nostalgia o con sonrisa, en el primer caso por no haber conseguido nada y en el segundo formando parte del poder. Necesitamos organizarnos ahora para no necesitar estar organizados en el futuro. Debemos actuar sin convertirnos en cerdos de granja como nuestros políticos. Ahora la organización es el siguiente paso. Si no lo hacemos nuestros hijos miraran a estos días como los días del enésimo fracaso y como el símbolo de que cualquier cosa que se haga es inútil. Yo no quiero tener que dar explicaciones a los hijos que no tengo por no haber sido capaz de focalizar nuestros sueños cuando tuvimos la oportunidad. 

domingo, 15 de mayo de 2011

¿Democracia? Sí, claro.


Me río cuando los políticos hablan de “nosotros los demócratas”. No por ellos (no me hacen ni puta gracia), si no por la ironía de que den por hecho de que estamos en una democracia.

En la democracia de la que según ellos formamos parte es necesario tener muchos millones de votos para que te mencionen en los medios de comunicación públicos, ya que los espacios de propaganda y, lo que es peor aun, las noticias en los informativos están controladas en tiempo y mención por una supuesta comisión electoral, o sea, que para que informen de que existes tienes antes que instalarte entre los tres primeros, algo que infringe el derecho de información. Como se verá esto va en contra de las más elementales normas de equidad, porque la democracia debe ser igualdad y no proporcionalidad manejada. Para colmo, si se indaga en el sistema de conteo electoral, se ve como no por uno ser muy votado en todo el país te garantiza tener un escaño de diputado, por lo que muchas fuerzas políticas que alcanzan un número importante de seguidores ni siquiera aparecen en el supuesto templo de los “demócratas” y mucho menos en los informativos.

Por otro lado, los mencionados demócratas de una democracia más incoherente que la democracia de los griegos (en aquella las mujeres no votaban, había esclavos,…, en esta no votan los no nacidos aquí aunque vivan y trabajen en este país, hay esclavos pero estos del sistema financiero con mucho miedo y poca información…) se permiten el lujo de exigir e intentar prohibir una opción política como Bildu que, si bien se puede no estar de acuerdo con toda o parte de su ideología, cumple los requisitos impuestos por esos demócratas que se saltan la presunción de inocencia para decir que hay que prohibirlos por que algunos una vez estuvieron de parte o no condenaron públicamente a unos asesinos, por esa regla de tres algunos políticos de partidos mayoritarios deberían ser excusa para la prohibición de sus propios partidos, pues pertenecieron a la cúpula dirigente de un gobierno fascista y asesino (véase, por ejemplo, Manuel Fraga) al cual se le ha hecho el favor de olvidar todas sus atrocidades.

Esos de los que hablo son los mismos que promueven el olvido de la historia, eso sí, ellos ponen el plazo en el que uno se vuelve inmune: el que los exime a ellos y condena a los otros.

Por todo ello vivimos en un sistema que no es una democracia, pues no se permite una igualdad real y en el que el sistema electoral está diseñado para que siempre ganen los mismos, es decir, los que favorecen a los dueños del capital y sus amigos.