martes, 19 de octubre de 2010

Borbón vs. Kim Jong Il

Recientemente ha llegado a mis oídos que el actual presidente de Corea del Norte (pseudo-república pseudo-comunista) ha nombrado, como lo hizo su padre con él, a su hijo como sucesor al mando de su maltrecho país (maltrecho en parte por sus quehaceres y en parte por unos intereses colonialistas previos en la zona de países que todos conocemos y que si no conocéis para eso están los libros de historia).

De nuevo, esa desdeñable costumbre por parte de ciertos individuos de perpetuar sus genes o, al menos, su apellido y dinastía vuelve a repetirse en una historia machacada por familias, endogamias y cosanguineidades varias.

En nuestro país la familia se apellida Borbón y, aunque, por supuesto, nada más lejos de mi intención comparar esta familia con suerte con los psicópatas gobernantes norcoreanos, si me recuerda que llevamos sufriendo sus malas gestiones y obsesiones varias y, por supuesto, no olvidar sus deserciones a las primera de cambio de los portantes de tan "ilustre" apellido (más de un Borbón se ha dado a la fuga al creer peligrar su gañote en vez de quedarse representando y defendiendo a sus más o menos complacientes súbditos)(me remito de nuevo a los libros de historia).

Oigo defender la existencia de una monarquía "parlamentaria" y "democrática", donde el rey fue impuesto a golpe de mandato de un dictador genocida y caduco, a gente que se basan en una supuesta capacidad unificadora del territorio por parte del Borbón ¡señores un poco más de seriedad! somos mayorcitos y sabemos que a los que tienen ínfulas de autodeterminación el rey les importa lo que a mi Belén Esteban. Otros defienden dicha monarquía con la acción del rey el día del 23F (otra vez a los libros), pues, en primer lugar, era su obligación estar ahí y en segundo ¿sabéis que varios de los generales golpistas eran amigos del Borbón y han tenido en todo momento un trato más que privilegiado?

Bueno, las excusas las hay por cientos, pero pienso que la coherencia es lo primero. Y el Borbón es el primero en ser incoherente, puesto que, por ejemplo, acude a celebraciones de la República Francesa (a uno que llevaba su mismo apellido y que era familar suyo no muy lejano le rebanaron el pescuezo por ser lo que él es). Otras veces va a actos de celebración de independencias americanas varias (las independencias no me parecen mal) cuando fue la mala y corrupta gestión de sus ancestros y sus secuaces además de un genocidio sin freno algunas de las más importantes razones de la pérdida de dichas colonias y una enemistad manifiesta con gente con la que tenemos más en común que con muchos europeos. Tampoco pienso que mantener una familia que tiene un nivel de vida "algo más elevado" que la media de los españoles con sus barcos de vela, sus caballitos ganadores, sus palacios varios, vacaciones variopintas, viajes de representación, aviones exclusivos y, lo más importante, una familia que crece como si los de tal apellido y su cosanguineidad no toleraran preservativos de ningún tipo. Los gustos de cada uno me parecen estupendos y lo de tener hijos a mansalva también, pero si los tengo que mantener yo, prefiero que los gustos sean los mios y los hijos sean el fruto de mi divertimento.

Por eso exijo ser representado, gobernado y engañado por un representante que haya sido elegido por la gente que pobla este país, es decir ¡¡República ya!!

No hay comentarios: