viernes, 8 de agosto de 2008

Tusitala.


Hace un rato, no mucho, la verdad, intentaba hacer algo que llevo intentando hacer casi toda mi vida, poner en orden mi habitación. Mi habitación ha cambiado de tamaño y de localización – demasiado en los últimos años, ¿o no?, no se – pero no mi hábito de tenerla revuelta, como mi vida, antes dentro de mi, ahora también fuera. Eso me gusta. Bueno, a lo que iba, mientras doblaba la colada para guardarla en el ropero y recogía libros, revistas, periódicos,…, me he puesto un ‘Pasaje de la historia’ del mas grande locutor de radio y uno de los más valerosos y poco reconocidos hombres de la cultura que han nacido en este país, Juan Antonio Cebrián – que en otro momento trataré con más dedicación -, ese pasaje no era otro que el referido a uno de los mejores escritores de todos los tiempos Robert Louis Stevenson, en dicho documento – narrado de forma magistral por mi tocayo – se hablaba de muchas cosas y de cómo al final de su vida se fue a Samoa con el fin de buscar una mejor climatología para su galopante tuberculosis y como, en poco tiempo, se hizo con la empatía y la simpatía de los que allí habitaban contándoles historias, lo que hizo que al final, cuando se plantó el epitafio en su lápida, estos grabaran ‘Tusitala’, en samoano, ‘el contador de historias’. Yo me uno a la dedicatoria, pues uno de sus libros, el más conocido, fue el primero que leí, con el que viajé junto a Long John Silver, hasta una isla, la de mi imaginación, que ya nunca jamás he podido abandonar.

Gracias a todos los Tusitalas del mundo por hacerme soñar despierto y dormido, por hacerme viajar lejos y cerca.

1 comentario:

Los viajes que no hice dijo...

A los tusitalas, a los que inventan loros que gritan "piezas de a ocho, piezas de a ocho" y club de los suicidas e islas del tesoro y Doctores Jekyll y Mister Hyde...

Que tengo ganas de verte, niño, pero tendrá que ser de lunes a miércoles.

Y digo yo: ¿por qué me mandas un correo y no me lo dejas como comentario en el blog?

Besos.