martes, 30 de septiembre de 2008
París. Mi cumpleaños.
Siempre he imaginado París llena de bruma, bohemia y nostálgica, algo sucia, con sonido de acordeón y algún enamorado saltando de un puente y buscando el fondo del Sena por el que rato antes paseaba algún bote rojo. Camus me reafirmó en esa imagen.
Camus me reafirmó en mi propia imagen y en la forma de ver mi existencia (existencia…que palabra más adecuada para Camus).
Mi existencia era como París, llena de bruma, bohemia, nostalgia, algo sucia, con un enamorado saltando de un puente, pero sin música de acordeón.
Pronto conoceré París. A lo mejor es una ciudad luminosa (espero que cumpla lo de ‘la ciudad de la Luz’), una ciudad moderna, limpia, que suena como un grupo que toca lo último, con enamorados cenando en botes rojos.
Hoy cumplo 34 años. Mi vida ha cambiado. No deja de ser como el París que he imaginado, aunque a lo mejor también tiene algo del París que espero encontrarme.
No tengo nostalgia de mi pasado, pero soy consciente de que mi hoy y mi mañana no serían nada sin él, en lo malo, en lo peor, en lo bueno y, por supuesto, en lo mejor.
Así, de mi vida, espero lo mismo que de París, que no deje de ser lo que imagino ni deje de ser lo que espero.De mi vida no quiero olvidar lo que fui ni quiero perder lo que me queda.
Gracias a todos los que estuvisteis, estáis y estaréis en mi vida.
Foto: El 'Pontneuf' visto por los ojos de Brassai en 1932.
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1 comentario:
Yo también imagino París. Al final, será lo que tú quieras que sea. Abarcable o extraña, romántica o dolorosa.
Te puedo regalar una canción... Por tu cumpleaños. Se llama de una forma que me recuerda a ti...
Pincha, niño.
Un beso grande.
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