Cuatro mujeres, envidiables, dándose cariño y caricias a la orilla del mar.
No, no es el comienzo de una película porno. Es la realidad de un grupo de amigas con las que he estado hoy en la playa.
El hecho puede ser un maravilloso homenaje a la amistad femenina y lo es, si bien yo he visto en más de un momento un lamentable monumento a la inutilidad masculina por un lado y a la estupidez femenina por otro por fijarse casi siempre en hombres equivocados, esos inútiles, que deberían estar a su lado, y al de sus amigas, dándoles caricias y cariño…
El mundo está desquiciado. Tanta gente sola o sin toda la compañía que se merece.
A mis amigas.
1 comentario:
Qué bonito niño, me gusta, sobre todo por quienes son. Es verdad, yo también creo que son estupendas, vamos a cuidarlas para que no se nos vayan muy lejos...
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